domingo, 16 de septiembre de 2018

Cuida tu frontal

Hay en el mercado varios tipos de frontales, cada uno con unas características y unos pesos diferentes, pero no los vamos a nombrar en este post.

En esta entrada aprenderemos a como tener un mínimo de mantenimiento de nuestro frontal. En nuestras varias salidas al monte hemos aprendido que si hay algo que no debemos dejar nunca en casa es una luz. Hay que tener en cuenta que nos pueden pasar mil y una cosas en nuestras aventuras montañeras. Es de lo más normal que te caiga la noche por haber calculado mal la hora, o puede que te hayas retardado porque te has quedado probando una última vez ese proyecto que tanto te cuesta encadenar, si eres un poco cuevero puede que te guste investigar por ahí y descubrir alguna cavidad que veas.

Razones hay miles para llevar siempre una luz encima, no sé a vosotros, pero a nosotros siempre nos pasa que cuando nadie lleva luz y cae la noche todo el mundo se nos pega como garrapatas y todos echan de menos su frontal.
Muy a menudo pasa que queremos comprar focos de estadio que luego no vamos a sacar de casa por que valen un riñón y medio y tememos que se nos rompa o pesan demasiado y los dejamos en casa por que terminamos con lumbalgia o tortículis de lo que pesan esos aparatos sobre nuestra cabeza.

Si no vas hacer alta montaña, Running o MTB, actividades en las que necesitas un mayor campo de visión, que como por ejemplo la escalada deportiva o el senderismo, no necesitas tanta potencia en tu frontal.
Primer consejo que te vamos a dar: cómprate un frontal normal que no te ocasione un sacrificio llevarlo encima, hoy en día hay muchas marcas en el mercado que te ofrecen muy buena calidad a poco precio.

En segundo lugar: comprueba antes de hacer tus salidas a la montaña que la luz funciona de verdad, que va bien en todas sus posiciones . No serás el primero ni el último en sacar el frontal y darse cuenta que no tiene pilas o la luz no funciona. Hemos llevado un pisapapeles de marca, pero nosotros seguimos a oscuras y sin ver nada. A mi se me ha quedado cara de tonto alguna vez al sacarlo de la maleta y ver que no me funcionaba, desde esas experiencias nosotros siempre comprobamos los frontales antes de salir de casa.

En la misma línea que el argumento anterior: tenemos que llevar siempre con nosotros pilas de repuesto, para no quedarnos en la más absoluta oscuridad. Y sobre todo llévalas a mano en la mochila, no es divertido andar sacando a oscuras todo el material de tú mochila mientras vas en busca de esas pequeñas pillinas.

Por último: decir que si se os moja el frontal o le entra agua, lo mejor que podéis hacer es sacar las pilas(cosa que tenéis que hacer siempre, mientras no se vaya a utilizar durante un largo período de tiempo), abrir la tapa de atrás y dejarlo encima de un papel que suelte el aguan de su interior. Lo decimos por experiencia, a nosotros se nos estropeó un frontal porque en una salida que hicimos al interior de una cueva (Cova des Coloms) nos entró agua en el interior (a pesar que ponía que era sumergible a un metro de profundidad). El agua salobre (mezcla de agua salada y dulce que había en el interior de la cavidad) oxidó las pilas en cuestión de horas. Al día siguiente cuando nos acordamos de abrir el frontal solo servía para irse a la basura, aparte de tener setas radioactivas dentro por la oxidación del metal y de las pilas.

Sabemos que no hemos descubierto nada nuevo, pero hemos hablado un poco sobre experiencias propias y algún que otro consejillo que esperamos que os sea de utilidad.

No olvidéis que si os ha gustado nuestro blog, lo recomendéis.
También nos podéis seguir en Facebook.

Y por supuesto, recordad siempre que hay que respetar la fauna y flora y llevaros toda vuestra basura (y si podéis algo más) para que el lugar siga siendo tan bonito como la primera vez que lo visteis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escribir un mensaje siempre ayuda a seguir y mejorar.