Nuevamente volvemos al Puig de Galatzó, pero en esta ocasión, os traemos una ruta por su vertiente más desconocida y salvaje.
Esta montaña tiene muchas variables a la hora de ser ascendida, pero no creemos, (esto lo decimos casi convencidos al 100%) que haya una ascensión más espectacular al pico embrujado. Sí le dáis una oportunidad a esta nueva senda, descubriréis el lado más agreste y brutal de esta imponente mole de piedra.
Siempre es recomendable seguir las fitas (Hitos) para abrirnos paso por estos entornos, aunque deberéis tener presente que no todos los caminos llevan a Roma. Y precisamente si no queréis acabar vuestra andanza en Roma, China, o en la otra punta de la isla, buscaréis y corregiréis rumbo siempre hacia la deslumbrante cresta de la montaña.
Como siempre y para ayudaros a que no os extraviéis os dejaremos colgado el track de la ruta limpio y sin fallos.
Pincha aquí para obtener el track GPS de Arista del Galatzó. Caminando sobre el brazo de un gigante.
Una vez en la arista nuestra misión será llegar al punto geodésico del Galatzó. El camino es amplio, pero de difícil caminar. Lo más aconsejable es que cada uno se marque su ritmo y encuentre su propio el mejor paso. En este punto es complicado perderse solo hay que seguir el brazo del gigante para llegar a su cabeza.
Cuando decidamos dejar de admirar las vistas, tendremos que volver sobre nuestros pasos e iniciar el descenso por toda la extremidad de la montaña. Esperemos que tengáis unos cuádriceps de acero, por que los vais a necesitar. Aunque en la subida ya lo habréis notado, el terreno es muy escarpado. Encontrarémos grietas de todos las formas y tamaños, agujeros de todos los colores, y algunos obstáculos en los que tendremos que usar las manos y nuestro ingenio tanto para subir como para bajar.
Una vez nos hayamos quitado de enmedio el costillar entero veremos que el terreno cambia radilcalmente, de repente y casi sin pensarlo, habremos dejado atrás la gris y fría roca para dar paso nuevamente a un verde y amarrillento carrizal. Siempre intentaremos estar atentos e iremos buscando un pequeño torrente hacía nuestra izquierda, con un bancal amplio en su ladera. Este será nuestro referente para saber que vamos por buen camino. En su día debió de ser un antigüo camino que se unía con la finca del Galatzó. Esta es una de las zonas más bonitas e inexploradas de esta montaña y de toda la excursión.
Finalmente, si habéis tenido buen olfato para encontrar los pasos, aterrizaréis en una carreterilla de tierra en mitad de la nada, que al seguirla hacía su lado derecho nos dejará en el punto de partida.
Conclusión final y porqué hacer este trekking:
Os podríamos dar muchas razones por las cuales hacer esta bonita excursión, pero cremos que ya os hemos explicado practicamente todas sus bondades, aunque el motivo principal de hacer este camino sería la sensación de aventura que te trasnmite cada metro, a pesar de ser un lugar que posiblemente ya hayáis pisado más de una vez.
Puntos a favor:
+ La vistas
+ Naturaleza en su estado más puro.
+ Los lugares por los que pasas
Puntos en contra:
- Ausencia de señalización.
- Algunos tramos con mucha acumulación de carrizo.
Es importante que tengamos en cuenta que no es una excursión sencilla, y si no estamos acostumbrados a meternos por terrenos fuera de caminos, no es una caminata que recomendemos realizar, por su exigencia física y difícil orientación.
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Y por supuesto, recordad siempre que hay que respetar la fauna y flora y llevaros toda vuestra basura (y si podéis algo más) para que el lugar siga siendo tan bonito como la primera vez que lo visteis.
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