Aunque la escalada es un deporte seguro no está exento de riesgos, ni de descuidos. Al igual que los eslabones de una cadena están sujetos unos a otros otorgándole fuerza y resistencia, los escaladores deberíamos seguir una sucesión de pasos para evitar crear un eslabón débil en nuestra cadena de seguridad y evitar la perdida de firmeza y solidez.
Por desgracia, en las escuelas de escalada aún se observa al colectivo no prestar atención a estás normas tan sencillas, ya sea por pasotismo o desconocimiento. Por suerte, normalmente la cadena aguanta, pero en ocasiones se debilita y se rompe.
En concepto solo existe una cadena de seguridad compuesta por el equipo que llevan ambos escaladores. Creo que ese concepto es erróneo, o por lo menos anticuado, para minimizar el riesgo todo lo humanamente posible debe ir acompañdo de un acrónimo que hemos bautizado como ECE.
La cadena de seguridad se compone por:
Casco - cuerda - Escalador - Elementos de seguridad - Cuerda - asegurador.
Casco: ese elemento que mucha gente lleva, pero que por alguna extraña razón la mayoría de veces se queda colgado de la mochila. Indispensable ante golpes y caídas de objetos, ya sean naturales o artificiales.
Cuerda: nuestro cordón umbilical y nexo con nuestro compañero. Nos mantiene a salvo en caso de una más que probable caída. Indispensable el nudo final del cuerda. Al termina la sesión siempre os acordáis de atarla a la bolsa de la cuerda ¿verdad?
Escalador/Arnés: poco que decir, solo que sea un arnés de escalada, no vale de espeleología ni barranquismo.
Elementos de seguridad: todo material anclado a la pared o ponemos nosotros para asegurarnos en caso de caída, ya sean cintas exprés, fisureros o friends.
Asegurador: la parte más importante de la cadena. Persona que tiene nuestra vida en sus manos y la que nos tiene dinamizará en caso de vuelo.
A continuación os explicaré en que consiste el concepto ECE.
ECE = Encordarse - Chequear - Escalar.
Encordarse: antes de hacer ningún movimiento !átate la cuerda al arnés¡ No serás ni el primero ni el último que se pone a parlotear con el compañero y empieza la vía sin haberse anudado, o ni siquiera terminar bien el nudo.
Chequear: la mayoría de escaladores ni se acuerdan de este sencillo gesto. Comprobar que nuestro compañero lleva bien hecho el nudo y que nuestro asegurador ha pasado bien la cuerda por el grillo (o cualquier elemento asegurador que llevéis) solo os llevará unos segundos y puede salvaros la vida. Por supuesto una última ojeada al nudo del otro cabo de la cuerda es indispensable.
Escalar: ya solo queda disfrutar.
Muchos accidentes se podrían haber evitado solamente con prestar atención a estas simples pautas.
Ya solo nos queda deciros que si os ha gustado nuestro blog, lo recomendéis. También nos podéis seguir en Facebook.
Te puede interesar también:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escribir un mensaje siempre ayuda a seguir y mejorar.